jueves, 22 de noviembre de 2007

Invitación a participar

Este espacio se abre como una oportunidad para quienes se animen a pensar y a compartir sus reflexiones acerca de las razones para que, a pesar de los avances en el conocimiento, en las comunicaciones, en la integración comercial y en la oferta cultural, continúen extendiéndose fenómenos de violencia, intolerancia y discriminación, que cuestionan la dirección en que se mueve la sociedad en la actualidad.

La violencia con que nos enfrentamos a diario se presente en muchas formas, desde las manifestaciones agresivas que se registran en los propios hogares, pasando por las expresiones violentas en las escuelas, en los estadios, en el tráfico vehicular, hasta las que ejercen grupos delincuenciales para lograr sus objetivos. Esa ubicuidad de las agresiones y su variadas formas aparecen con frecuencia también en las relaciones del Estado con los ciudadanos y en las relaciones internacionales, bajo justificaciones arbitrarias y sesgadas, que responden a intereses de los agentes detentadores del poder.

Son muy conocidos ciertos nombres asociados con la arbitrariedad y la violencia: Abu Graib, Auschwitz, Guantánamo, Columbine, Archipiélago Gulag, Talibanes, Torres Gemelas, Escuel de Caballería, y muchos otros lugares, pero también individuos que se constituyen de inmediato en referentes de la capacidad humana para utilizar la violencia para imponer la voluntad de unos pocos sobre ciudadanos aislados y en condición de indefensión, grupos minoritarios y oposición.

Lo cotidiano de estos fenómenos violentos ha convertido en sospechosos hasta a individuos frágiles y aislados como los estudiantes de secundaria en cualquier lugar del mundo. En los últimos días, en diferentes países del primer mundo han sido descubiertos estudiantes que han preparado y, en ocasiones, realizado tiroteos en los centros de estudios a los que de manera regular asistían. Sucedió primero en una universidad privada muy exclusiva del Estado de Virginia, en los Estados Unidos, dónde un estudiante de ascendencia coreana, realizó un recorrido de muerte por los edificios de su alma mater. En Finlandia otro muchacho, asesinó a ocho personas en un colegio cerca de Helsinki, y en Alemania, hace unos días, dos estudiantes fueron descubiertos por las autoridades con armas y un plan para realizar una masacre en un colegio de Colonia. La epidemia de las masacres perpetradas por jóvenes contra instituciones de educación ha tenido como un medio de propagación y estímulo a estas acciones la red mundial de comunicaciones conocida como internet.

Los jóvenes se conectan a páginas y lanzan sus proclamas y sus expresiones de rechazo a una sociedad que los margina y los presiona, a través de la red. Las motivaciones de los victimarios son difíciles de establecer, sin embargo existen lugares comunes en las acciones de estos muchachos. Un desprecio enorme por la sociedad en que han nacido, por el entorno que los rodea, por la superficialidad de la mayoría de sus compañeros, por la ausencia de expectativas y por la incapacidad de los mayores para entender sus preocupaciones e intereses. Todos esos estudiantes habían tenido antecedentes de violencia o problemas de comportamiento en sus respectivos centros de estudio, sin embargo las instituciones no contaban con mecanismos para encausar las inquietudes de estos jóvenes y se limitaron a ignorarlos.

La ausencia de estrategias para prevenir estos comportamientos y encausar a estos muchachos hacia actividades que les proporcionen satisfacción y les permitan cumplir un papel social positivo, se encuentra en la idea predominante en la actualidad de que los problemas del individuo son solo de él y que cada cual los debe resolver por su cuenta. Se propicia la competencia y la excelencia, pero se olvida que el triunfo de los unos representa la derrota de otros y que si no existen estrategias para que los débiles puedan procesar sus derrotas, estos pueden, y de hecho, terminan como desechos sociales, que en algunos casos se someten, pero que en otros se pueden levantar con violencia contra ese mundo de exclusión y unanimismo.

Es necesario reconocer que los medios modernos no son los culpables de estas acciones, pero es imprescindible salirle al paso a las potenciales consecuencias negativas que trae el proceso modernizador, de otra forma la violencia podrá aprovechar no solo la red, sino también muchos otros espacios que abre la modernidad a terroristas, traficantes de seres humanos, de armas, de drogas y muchos más delincuentes.

Esta reflexión es solo un abrebocas que quiere motivar a los lectores de esta página para que comenten otras formas de violencia que se expanden en nuestro medio y que deben ser consideradas, estudiadas y analizadas para garantizar el “bien común”, que anda tan de capa caída.

4 comentarios:

esteco dijo...

Profe Otero: Felicitaciones por este nuevo exito que alcanza en su vida académica e investigativa.. leí el resumen ejecutivo y se que el libro va a dar mucho de que hablar..

Un abrazo

David A. Ardila

Psyche dijo...

Profesor:

Me alegra ver todos estos acumulados materializados en un insumo que puede generar muchas opiniones. A vuelo de pájaro se me ocurre pensar en el fracaso del proyecto de modernidad en Colombia... si tenemos uno propio,se ha dado sólo bajo las dinámica de guerra y violencia?

Diana Lucía Osorio

¿Cómo pensar nuestro proyecto de vida alterno a la perpetuacióin del conflicto?

Anónimo dijo...

profesor otero deberia traar de hacer el lanzamiento aqui en bucaramanga ya que este departamento en estos momento si que esta sufriendo este flagelo

Anónimo dijo...

Querido amigo Alfonso:
He leído las conclusiones de tus investigaciones y coincido ampliamente con ellas. Aquí en Argentina estamos viviendo momentos de gran inseguridad y violencia extrema. Las circunstancias tal vez son diferentes, pero el germen es el mismo.-

Nuestra sociedad actualmente se caracteriza por:

 Grandes desigualdades sociales que conducen a resentimientos y odios.-
 Una clase política muy ocupada en contiendas internas en pos del poder,
 Una mentalidad de subsidio en crecimiento, estimulada por el clientelismo político por parte de aquellos que pretenden de esta manera ganarse el voto popular, y
 Una justicia injusta, es decir, que protege más los derechos humanos de los que delinquen que de los ciudadanos que no lo hacen.-

En Argentina, como en otras partes del mundo, la economía de mercado no pudo resolver el conflicto entre el empresario capitalista y el trabajador asalariado, ya que las partes no se encuentran en igualdad de condiciones al momento de negociar. Muchas familias que experimentan condiciones de pobreza apenas logran subsistir y los esfuerzos que realizan para superar esta situación no dan el fruto que corresponde a su empeño. Un factor crítico que mantiene y hace persistir la condición de pobreza es que estos hogares no cuentan con los medios y las oportunidades de hacer más productivo su esfuerzo.
Desde hace más de veinte años hemos practicado toda clase de subsidios como “la caja pan”, el plan “jefas y jefes de hogares” o el “plan Trabajar” intentando superar el problema. Podemos llamar a esto solución? No, no lo es, muy por el contrario, lejos de quebrar el círculo vicioso de la pobreza, sólo ha producido un prolongado estancamiento tanto de los beneficiarios de los planes como de la economía en su totalidad.-

De que manera impactaron los planes en la gente? Se les quitó la dignidad, el deseo de trabajar, de prosperar, se perdió la cultura del esfuerzo, aquella que cultivaban nuestros antepasados, muchos de ellos inmigrantes. El temor a perder el tan ansiado subsidio en algunos casos, y la comodidad en otros llevó a gran parte de los beneficiarios a desechar todo intento de llevar adelante un proyecto propio.-

Pero el subsidio tampoco es suficiente para vivir, entonces se agrupan y hacen piquetes, cortan rutas y puentes y lo hacen desde la violencia, yo la llamaría violencia del reclamo, y esta violencia ha llegado a producir muerte en algunos casos. Que exigen de esta manera? más beneficios, más subsidios, y no se dan cuenta que con ellos sólo están permitiendo que se les corten las alas, que de ese modo se les impide crecer e independizarse intelectual y económicamente. Pero quien es el responsable de esto, los beneficiarios de los planes? O los gobernantes que en vez de educar para la prosperidad siguen alimentando el círculo vicioso de la pobreza?

Se ha extendido hasta límites impensados la delincuencia juvenil. No sólo roban, sino que también golpean y matan sin piedad a sus víctimas, aunque estas no les hayan negado lo que buscan. Ellos saben que ni bien son aprehendidos salen en libertad, no tienen dudas sobre sus derechos por ser menores. Donde está la clave para quebrar este círculo terrible? Será la educación el instrumento que restablezca el equilibrio de la sociedad?
Yo creo profundamente que la acción efectiva de la educación como recurso es la clave para revertir la situación que vivimos. Esa gran masa de individuos marginados y rechazados por la sociedad que no tienen la capacidad para iniciar un proyecto propio debe ser re-educados. Fueron educados por las circunstancias como individuos no integrados a la sociedad, ahora hay re-educarlos como parte de la misma.-
Muchos jóvenes están destruyendo sus propias vidas transitando caminos equivocados y muchos ciudadanos trabajadores y honestos también están perdiendo sus vidas, víctimas de los primeros. La situación es muy compleja y requiere una solución urgente.-

Bueno mi amigo, hoy me has invitado a reflexionar.
Un gran abrazo desde Argentina

Adriana Maurizi