viernes, 4 de junio de 2010

Israel y Hamas: Espiral Mortal

Mientras Israel confunda violencia militar con poder, permanecerá el conflicto. Hamas no será derrotado de esa manera. Nunca hasta ahora se ha derrotado una idea a través de la violencia. Un comentario del escritor israelí Amos Oz.

Junio 4 de 2010

Durante más de dos mil años los judíos solo conocieron el lenguaje de la violencia en forma de golpes, que iban dirigidos a ellos. Desde hace unas décadas estamos en condiciones de utilizar nosotros la violencia. Con frecuencia nos hemos entusiasmado con ese poder. Cuando enfrentamos un problema creemos que se puede resolver militarmente. Como se dice popularmente: el que solo tiene un martillo ve en cad problema una puntilla.

Antes de la creación del estado de Israel muchos judíos en Palestina no tenían muy claro donde estaban los límites de la violencia, creían que cualquier Meta se podí alcanzar con la violencia. Por suerte sabían muy bien los dirigentes políticos de la generación de los fundadores, como David Ben Gurion y Levi Eschkol, que la violencia debe tener límites, y se preocuparon por de nunca traspasar esos límites. Sin embargo desde la guerra de los seis días de 1967 Israel está obsesionado con la fuerza militar. El Mantra dice: Si no lo logramos con violencia, entonces deberemos usar más violencia.

El bloqueo a la franja de gaza es un producto típico de este enfoque. Detrás de esta visión está el equivocado supuesto de que Hamas puede ser derrotado con violencia militar y que en general el problema palestino solo puede ser solucionado con la fuerza.

Sin embargo Hamas no es solo una organización terrorista. Es una idea, una confundida fanática idea, nacida de incertidumbre y desesperanza de muchos palestinos. Hasta el momento nunca una idea ha sido derrotada a través de la violencia, tampoco por bloqueos ni ataques aéreos no enjambres de tanques artillados o cercos marinos. Para derrotar una idea se debe presentar algo mejor, una idea que sea más atractiva y aceptable. Israel solo podrá deshacerse de Hamas, cuando los palestinos se pongan de acuerdo acerca del establecimiento de un estado independiente (Jordania Occidental y Franja de Gaza en los límites de 1967) con la capital Jerusalén oriental.

Israel debe firmar un acuerdo de paz con Mahmud Abbas y su gobierno y de esa manera reducir el conflicto israelo-palestino a un conflicto entre Israel y la Franja de Gaza. Este conflicto solo podría ser resuelto a través de negociaciones con Hamas, o mejor con Hamas y la participación del Al Fatah de Abbas.

Y aún cuando Israel asalte cien barcos con destino a Gaza o mil veces ocupe militarmente la Franja de Gaza o envié fuerzas policiales y comandos especiales, el problema no se solucionará. El problema radica en que no estamos solos en esta tierra, ni los palestinas lo están No estamos solos en Jerusalén y tampoco los palestinos. Mientras nosotros, israelíes y palestinos no reconozcamos las lógicas consecuencias de este simple hecho, viviremos todos en un permanente estado de sitio- Gaza bajo un sitio israelí e Israel bajo un asedio árabe e internacional.

Yo no quiero poner en duda la importancia de la Fuerza. Para Israel es muy importante la fuerza militar. Sin ella no podríamos sobrevivir un día. Hay de la nación que considere la fuerza irrelevante. Sin embargo no podemos olvidar ni por un momento que la fuerza solo tiene sentido, cuando es preventiva- para evitar la eliminación y conquista de Israel, para proteger nuestra existencia y nuestra libertad. Todo intento de utilizar la fuerza militar de manera no preventiva, o sea para fines diferentes a la autodefensa, o como medio para hacer a un lado problemas o eliminar ideas, solo conducirá a más catástrofes, como aquella que hace poco tuvo lugar frente a las costas de Gaza, en alta mar y en aguas internacionales.


Extraído de Frakfurter Allgemeiner Zeitung
Traducción Héctor A. Otero

Post Data

Por acontecimiento de la vida cotidiana había renunciado a continuar tratando el tema de la violencia, pues me hicieron ver que en mi propia existencia y en mis ideas aún hay mucha aceptación y complacencia con este fenómeno. De hecho la frustración y la impotencia con frecuencia nos llevan actuar de manera violenta, lo que debieramos combatir y controlar, pero no es fácil. Estoy colocando este nuevo comentario, que no es mío, sino es la opinión de un ciudadano israelí, que se atreve a pensar diferente y que espero les permita reconocer y redimensionar el conflicto en el Medio Oriente