martes, 20 de agosto de 2019

La guerra contra Huawei y el futuro de la economía

Por Héctor A. Otero

La saña que muestra Trump contra Huawei, denota solo la incapacidad tecnológica del monstruo que pretende dirigir la economía y la política mundial. Los Estados Unidos de América, que en muy corto tiempo, y aprovechando los conflictos mundiales y la guerra fría, se convirtieron en lideres del capitalismo mundial, hoy sufren ante la agresividad de una economía China, que cada vez es mas ambiciosa y capaz de ocupar espacios que los nortemericanos despreciaron. Sin ir muy lejos América Latina, que fue considerado el patio trasero del gran centro finaciero que gobierna Wall Street, está siendo cooptada por las multinacionales chinas que utilizando esquemas organizativos modernos y eficientes compra productos, tierras, empresas, que le permiten ampliar su influencia en las regiones y obtener materias primas, alimentos y energía.
No es solo Huawei la que amenaza la capacidad competitiva norteamericana, sino son también poderosas empresas, algunas conocidas en Occidente y otras que operan en mercados especializados y locales. Dos grandes empresas petroleras, una de generación eléctrica y muchas otras de menor capital, pero que ya empiezan a conquistar mercados europeos, africanos y suramericanos como Xiaomi, Haier, Lenovo, Alibaba, TCL y otras, están entre las multinacionales chinas mas importantes. Ya es usual que en los anuncios de partidos de futbol de las grandes ligas aparezcan no solo propaganda de productos y empresas chinos, sino anuncios con caractéres orientales. La penetración de los mercados es un componente, pero también esta interesado el gobierno chino, en faciltar el acceso físico a mercados y por lo tanto constuye la nueva “Ruta de la Seda”, ya no en camellos y caballos sino a través de una conexión de ferrocarril que va desde el centro de China hasta Turquía.
La soberbia de una América del Norte que “quiere ser grande de nuevo”, no muestra la capacidad para competir en innovación y desarrollo tecnológico a la potencia de Oriente. La barreras arancelarias antes que estimular la competencia y el ingenio de los productores les permite mantenerse en los mercados, invirtiendo lo menos posible en investigación y desarrollo de tecnologías y productos. Eso nos lo enseñaron cuando nos hicieron eliminar la protección. Ahora la medida que trata de mantener alejados los productos chinos lo que permitirá es que los precios al interior de los Estados Unidos suban y se estimule el comercio con otros paises de la región que tienen inversiones de las multinacionales chinas y que gracias a los nuevos métodos de trabajo, copiados a las empresas capitalistas,podrán triangular las ventas de productos e insumos.
Es necesario reconocer también, que los esquemas financieros retorsidos que ha adoptado China, ofrecen peligrosos senderos para sus empresas. Las multinacionales se encuentran endeudadas y sus esquemas finacieros actuales no son muy sólidos. Sin embargo el gobierno del Partido Comunista China tiene inversiones importantes en muchos de los países capitalistas de Occidente y podría encontrar mecanismos para respaldar sus empresas, pero ocasionando graves lesiones a la economía mundial.
Las medidas que ambas potencias están implementando, sin realizar un análisis de causas y efectos, sino gobernadas por un espiritu pendenciero y retaliatorio, le darán un nuevo marco a la economía mundial, pero en la medida en que, ni los unos ni los otros, tienen objetivos claros de mediano y largo plazo, el resultado podría ser caótico y tumultuoso. Muchas de las empresas que tenían esquemas comerciales sostenidos en una economía de flujos de financiación conocidos, confiables y accesibles, encontrarán dificultades de financiación y de aprovisionamiento de productos y meterias primas. Quienes puedan adaptarse en el corto plazo sobreviviran, pero en unos mercados financieros poco transparentes y en unos mercados distorsionados y dependientes de las decisiones arbitrarias de gobiernos populistas y sin claras metas de política, serán muy pocos los que puedan pescar en rio revuelto. La mayor parte de las embarcaciones se irán a pique.y no habrá entonces recurso de recate que pueda ofrecer la banca. Estaremos en una profunda y durardera crisis.